Vecinas y vecinos se reunieron en el comedor “Padre Conforti” para pintar muros, reparar instalaciones y plantar flores, en una experiencia solidaria impulsada por el Gobierno de la Comunidad que fortaleció el lazo barrial.
Lamadrid arrancó una jornada con pinceles al aire y termos de mate listos: desde las diez de la mañana, familias, amistades y referentes del barrio coparon el comedor “Padre Conforti”, en Tavano 4506, decididos a cuidar “nuestra casa común” y realzar el entorno que los cobija día a día.
Con brochas, rodillos y plantines, las cuadrillas populares colorearon paredes, refaccionaron luminarias y parquizaron los canteros, mientras el sonido de cumbia villera acompañaba la tarea mancomunada. El municipio proveyó herramientas y materiales, pero la fuerza verdadera —reconocieron las y los organizadores— latió en la participación popular.
Cuando la tarde trajo el paso de los mates calientes a la sombra, los muros lucieron vivos y los jardines estrenaron verde. “Cada mano suma para que Lamadrid siga creciendo en dignidad y pertenencia”, celebraron quienes coordinaron la jornada, invitando a multiplicar la experiencia en otros rincones de Lomas.
El cierre llegó con una merienda colectiva dentro del comedor: tortas fritas, chocolate y risas compartidas sellaron el compromiso de proyectar nuevos desafíos comunitarios. Así, la Jornada de la Comunidad volvió a demostrar que la solidaridad organizada es el motor que enciende el sueño de un barrio mejor.